Una vez que la luz ha llegado a la retina, todavía tiene que atravesar toda una serie de neuronas antes de interactuar con las células especificas que responden a la luz, un esquema de la retina humana puede verse en la siguiente figura.
En la retina humana coexisten 4 tipos de células nerviosas capaces de responder a la luz de forma que produzcan la base de la visión; 3 conos diferentes y bastones. Cada tipo de célula receptora tiene una molécula activa diferente, son moléculas de gran tamaño (de unos 400 aminoácidos) que se sitúan en la membrana celular y que interaccionan tanto con el exterior como con el interior de la neurona. Cuando reciben un tipo del luz al que son sensibles desencadenan cambios interiores que alteran los patrones de excitación de la neurona, estas alteraciones posteriormente son trasmitidos por una vía neural hasta la corteza visual primaria situada en la parte posterior del lóbulo occipital.
En el caso de los conos, cada tipo de cono muestra una sensibilidad diferente a cada longitud de onda, que esta vinculada con la sensibilidad que muestra su molécula activa a esa longitud de onda. La sensibilidad relativa de cada tipo de receptor a cada longitud de onda se muestra aproximadamente (cada curva es continua y se extiende más de lo que se muestra) en la siguiente figura:
Cuando se incide con una luz de longitud de onda determinada en la neurona, por ejemplo el amarillo, no existe un único tipo de cono que esta siendo alterado, sino que los tres tipos de conos responden en alguna medida. Previsiblemente la corteza visual evalúa las diferentes proporciones en las que las diferentes tipos de conos son alterados para dar una primera base a la experiencia del color. Es así por ejemplo que la percepción del color verde puede hacerse a través de una luz monocromática de ese color o una mezcla de diferentes longitudes donde la proporción de alteración de los 3 tipos de conos sea equivalente.
PROPORCIONES NO ALCANZABLES
Si A,B y C son los niveles de respuesta relativa de los tres tipos de conos a una luz, k · (A,B,C) es un vector que representa la alteración. Por ejemplo la luz monocromática de 400 nm podría tener un patrón k · (70,20,10) donde se han repartido 100 unidades entre los diferentes conos y donde k es la intensidad de la luz incidente de esa frecuencia. Las diferentes luces monocromáticas generan diferentes vectores, sumando diferentes vectores se obtienen nuevos diferentes vectores que dan pie a una nueva representación. No obstante existen vectores que no pueden alcanzarse, por ejemplo nunca puede obtener un patrón de alteración tipo (100,0,0), dado que ningún cono puede alterarse de forma aislada sin haber afectado al resto. Es decir para cada cono, existe una frecuencia monocromática que hace que su excitación relativa sea la máxima en comparación a la suma de las otras dos, por ejemplo (6,2,2 ) podría se un máximo, de forma que excitaciones relativas mayores para dicho cono no son alcanzables por la simple observación de la luz.
Estas formas no alcanzables pueden suponer en caso de alcanzar la corteza visual primaria la interpretación de nuevos colores, por ejemplo las señales tipo (10,0,0) podrían suponer nuevos colores.
Induciendo a error se suele presentar a un con como el “azul” pero el azul es en realidad el sumatorio de interacciones no nulas en el resto de conos. De forma que si ha de tener cada cono un color intrínseco no se sabe cual es, y no esta debidamente justificado que sean el azul, el rojo y el verde.
DALTONISMO PARCIAL
Una forma de evocar estos nuevos colores seria bloqueando de alguna forma 2 de los 3 receptores cónicos en alguna medida, para generar los vectores no alcanzables y colores conotípicos puros. Por tanto con base a lo expuesto aunque los daltónicos no vean todos los colores que son propios de la visión tricónica, quizas puedan tener experiencia de colores a los que estos últimos no pueden acceder.
TRIANGULO DEL ESPACIO DE LOS VECTORES - COLOR
En la siguiente figura se muestra un triangulo, en cada uno de sus vértices se sitúa uno de los conos. Cada punto de ese triangulo representa un vector (A,B,C) donde A+B+C = 10, el factor k antes aludido mediaría en la percepción del brillo.
Un punto situado sobre un vértice significa que el valor correspondiente a ese cono es 100 y el del resto 0. En cambio si se sitúa sobre uno de sus lados, significa que el valor para el cono que esta en el otro lado es 0. De esta forma, dado que no es posible bajar de cierta cantidad de excitación relativa de un cono con respecto a los otros conos, dentro de este triangulo se tiene el subespacio de los colores percibibles mediante visión ordinaria, y otro subespacio por aquellos vectores no percibibles pero que pueden representar nuevas formas de color. La frontera tal y como esta representada es una aproximación conceptual, para ser representada adecuadamente se tendrían que estudiar los dominios resultantes de la interacción de la luz en los tres conos.
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