CORRESPONDENCIA ENTRE SIGNIFICADO Y SIGNIFICANTE
Los sistemas que considerare en este artículo son aquellos que dicen algo del mundo, es decir en los que el significado de un símbolo tenga asociado un significante en el mundo. De modo que a un enunciado en el sistema se le corresponda un significante en el mundo sensible.
FILOSOFIA FORMAL
Inevitablemente para que algo pueda ser considerado un conocimiento debe de existir un sistema que sea capaz de catalogarlo como tal. Un sistema se compone de símbolos y de relaciones. Un símbolo y una relación de un sistema se consideran ambiguos cuando es posible deducir símbolos diferentes que afectan a la misma propiedad del mismo elemento de modo que la definición de estos símbolos diferentes no se solapan, a través de lo cual es posible terminar deduciendo un enunciado y su opuesto.
Inevitablemente para que algo pueda ser considerado un conocimiento debe de existir un sistema que sea capaz de catalogarlo como tal. Un sistema se compone de símbolos y de relaciones. Un símbolo y una relación de un sistema se consideran ambiguos cuando es posible deducir símbolos diferentes que afectan a la misma propiedad del mismo elemento de modo que la definición de estos símbolos diferentes no se solapan, a través de lo cual es posible terminar deduciendo un enunciado y su opuesto.
Según 1 A es C y segun 2 A es D, segun 3 C es E y D es F. Donde F es la negación de E.
Los sistemas formales son aquellos para los cuales no existe la ambigüedad. El sistema formal es el único que puede alcanzar un conocimiento sin alcanzar también su contrario.
EL SISTEMA LINGUISTICO
El sistema de la actividad filosófica es el lenguaje, en el lenguaje es posible distinguir tres tipos de elementos.
- Elementos formales extraídos de sistemas formales como por ejemplo la matemática.
- Aquellos que poseen realidad física y que son señalables
- Aquellos que no poseen realidad física, elementos abstractos (cuyo significado corresponde a una sensación o percepción subjetiva que se le ha asociado por connotación, conceptos vagos que no pueden ser señalados).
La consistencia de los enunciados de la filosofía necesita que los elementos y las relaciones empleadas en la actividad no sean ambiguos.
PROBLEMAS ASOCIADOS AL SISTEMA LINGUISTICO EN CUANTO A SU CONSISTENCIA
Es posible a priori clasificarlos en 2 conjuntos:
- Los relacionados con la comunicación entre sujetos.
- Relacionado a la ambigüedad de sus términos.
Cuando un símbolo significa para uno algo que es diferente al significado que tiene de el otro, teniendo como consecuencia diferentes implicaciones en su uso. Este problema limita severamente la filosofía como actividad social.
Los símbolos de elementos señalables no comportan ningún problema de este tipo, dado que sus signficados pueden ser señalados y por tanto se puede corregir el significado que tenga del símbolo un tercero para que sea coincidente. El significado de los símbolos de elementos abstractos no pueden ser corregidos del mismo modo.
RELACIONADOS CON LA AMBIGUEDAD DE SUS TERMINOS
Propia de aquellos elementos abstractos cuyo significado corresponde a una sensación o percepción subjetiva que se le ha asociado por connotación, conceptos vagos que no pueden ser señalados. Definir es señalar.
CONCLUSION
Una filosofía formal, no contiene los elementos ambiguos que producen inconsistencia. Estos elementos no obstante existen y han venido constituyendo la filosofía abstracta. Merecen la II parte del artículo.
II PARTE
LA FILOSOFIA ABSTRACTA COMO PROBLEMA NEUROLOGICO
El problema de la filosofía abstracta surge de la existencia de símbolos que despiertan connotaciones no implícitas, o que aluden a sensaciones y percepciones subjetivas.
Las sensaciones y percepciones subjetivas se interrelacionan entre ellas a través de la estructura neurológica del sujeto, sin necesidad de que esta estructura sea isomorfica a un sistema formal, como pueda ser por ejemplo la aritmética mental. Una construcción de filosofía abstracta responde a una causalidad neurológica, sin pretensión ninguna de si ha habido rigor o formalismo en dicha construcción.
Es necesario subirse a una atalaya para ver que el problema filosófico abstracto es un problema neurológico, donde la búsqueda de la verdad y el conocimiento no tiene significado formal, sino que se trata de la búsqueda de activar el entramado neuronal que provoque la activación de las connotaciones que evocan la sensación de "la verdad".
El lenguaje abstracto es modulado por la actividad neurológica y no por una actividad formal, como la imagen de la piedra que cae vista a través del televisor es modulada por la señal eléctrica y no por el peso de la propia piedra. Es una pretensión fracasada suponer que los enunciados obtenidos por esta vía son de la misma calidad que las obtenidas a través de la filosofía formal, que estos enunciados puedan suponer un conocimiento del mundo cuando pueden resultar contradictorios.
Es decir resolver un dilema abstracto no dice nada del mundo, solo dice como funciona la mente de quien ha resuelto el dilema abstracto. De hecho, debería de ser posible adelantar cual es el bagaje filosófico de un sujeto con analizar su comportamiento neurológico, pues es un subproducto de este.